martes, 27 de diciembre de 2011
Santa
Suena el celular, contesto.
Del otro lado una voz desgastada, fría.
No olvides pagar las cuentas.
Comprar la comida del perro.
No olvides Bla, bla, bla.
Mi viejo me dijo paciencia.
Mi madre me dijo amor.
Mis amigos dijeron no lo hagas
Y heme aquí
Parado en medio de la sala,
Seco.
Cuelgo el maldito teléfono y tomo las llaves del coche.
Abro la puerta.
Maldigo mientras pienso que alguien debió decirme que leyera las letras pequeñas debajo del “acepto” en el acta de matrimonio.
Salgo.
Chupo mi cigarro mientras los copos de nieve se incrustan en mi abrigo.
Las lucecitas y la música de las series navideñas inundan las casas.
La gente se arremolina en las calles esperando comprar aquello que llene el vacío que hay en sus almas.
Paro en la luz roja en la esquina de Sullivan y veo a ese viejo panzón vestido de Santa.
Sucio, desaliñado, borracho.
Muestra sus dientes podridos en una especie de sonrisa a una puta que lo ignora mientras se acerca a mi auto.
Posa sus grandes tetas en mi antebrazo mientras masca su chicle
-¿Hey guapo quieres pasarla bien esta noche?
Lo pienso un poco, miro de reojo.
Santa bebe sentado en la acera mirando ese enorme culo.
Le hago la seña para que se acerque, le susurro al oído mientras le meto dos billetes de quinientos entre las tetas.
Sonríe.
Me largo a casa.
Ya estoy escuchando la misma plática aburrida de todos los años.
El abrazo, los regalos, las risas, la hipocresía a flor de piel.
Los niños revoloteando en la sala y las mujeres en la cocina.
Yo aquí sentado con mi cuba en la mano ajeno a todo y allá afuera en algún motel de mala muerte Santa toma venganza contra el mundo montando a aquella chica de Sullivan en medio de la oscuridad.
Oh, sí.
Parece que ya le escucho.
-¡Toma esto perra!
¡Aaaaah! ¡Aaaaaah! ¡Aaaaah!
-¡Jo-jooo-jooooooooooooohhh!
Sonrío de repente casi escupiendo mi trago,
Me limpio el abrigo, levanto mi vaso un segundo
y digo para mí mismo
Feliz Navidad.
Escrito por: Víctor.
jueves, 10 de noviembre de 2011
La casa de locos
De las cosas aquellas tan irremediables que pasan en la vida,
desentendidas, malogradas, malditas.
Están las pequeñas tragedias, aquellas que día a día tejen una telaraña en la cabeza de las personas comunes y corrientes.
Son ellas en silencio las que llevan a una persona a la casa de locos.
Las calles trémulas arrinconadas alrededor de esas almas perdidas
que palpitan de menos a más dentro de la oscuridad.
Esperanzas moribundas
Búsquedas sin razón
Los ojos vacíos
La ilusión perdida
Deambulan entre frías paredes como
Muertos vivientes
En espera de
Doctores que les fríen los sesos
Enfermeras que los miran con abominación
Miran el mundo a través de la nada que se pierde entre las paredes frías
De aquel lugar
Olvidados por sus familias
Por la sociedad
Por ellos mismos
Todos los días huyen
Revoloteando como moscas
A lugares que ni tú, ni yo jamás conoceremos
Lugares mágicos, quietos, imperturbados
Donde se funden con Dios
O el diablo
A quién le importa.
jueves, 22 de septiembre de 2011
Los papasitos del rock
Shannon Hoon (Blind Melon)
miércoles, 6 de julio de 2011
La perfección de ese ser.
No hay ser más perfecto en la tierra que la mujer, ella puede aguantar todo,
Amarte sobre todas las cosas, no importa si eres calvo, feo, lisiado o torpe.
Y en el intermedio
Puede permanecer días, meses, años aguantando lo que sea en espera de aquel detalle que alegra su vida, de ese beso, de esa caricia.
Entregando todo.
Puede llorar en silencio por las noches sin que te des cuenta.
Puede tratar de arreglar las cosas que ella cree que hace mal para agradar a su hombre.
Incluso puede darte la razón aunque no la tengas para reafirmar tu masculinidad.
Nunca hieras a una mujer.
No la menosprecies,
NO LE MIENTAS
Ni olvides los pequeños detalles.
Jamás mires a otras mujeres en su presencia.
No dejes de hacerle el amor como si fueras un loco adolescente,
Con aquella pasión que arrebata los sentidos.
No la engañes,
Podrás encontrar mil mujeres que te complazcan más aún de lo que lo hace ella,
Pero jamás encontrarás en todas ellas por mucho un amor tan grande como el que te brinda tu compañera…
Pero si has fallado aún tienes posibilidades de enderezar el camino
Antes de que termines solo;
Y sabes que no hay cosa peor que estar solo.
Tu pecho se hunde, algo se revuelve queriendo salir,
Una sonrisa triste se asoma en tu cara mientras permaneces callado viendo la luz del sol entrar por la ventana y posarse sobre las mejillas de tu esposa.
Eres un hombre muy afortunado,
Pero tu tiempo se agota.
Aún hay esperanza mientras respires.
Ánimo.
Abrázala con todas tus fuerzas y hazle sentir que no la dejarás partir.
No sin luchar.
Escrito por: Víctor
viernes, 1 de julio de 2011
Mauricio Galán
Estoy sentado en un café leyendo el periódico, esperando a mi editor.
Tú, sentada en la mesa de enfrente, mirándome fijamente.
Tus labios carnosos e incitadores.
Tu cabello negro y largo.
Esbozando una sonrisa maliciosa me llamas con el índice.
(La cámara se acerca a tu rostro como en una película de Kubrick)
Y yo sólo me quedo atónito observándote…
-Ven… No seas tímido.
Me revuelvo extasiado en mi asiento.
Mi corazón latiendo con fuerza.
Me levanto y me siento a tu lado mirándote directo a los ojos.
-¿Cómo te llamas? Me dices mientras acaricias mi rostro.
Víctor.
-¿Y a quién esperas? Dices mordiéndote el labio y jugando con tu cabello.
Me has atrapado como insecto en ámbar seducido por tu mítica belleza.
Me miras como en cámara lenta esperando divertida mi respuesta.
Segundos que parecen siglos. Titubeo un poco.
-A ti por supuesto respondo sonriendo.
Te acercas un poco más a mí. Tu perfume envuelve mis sentidos.
Me das un beso apasionado, sorpresivo, contundente.
-¿Qué haces?
Escribo un libro.
-¿Sobre qué?
Sobre el amor, la pasión, la, la…
Me interrumpes susurrando en mi oído:
-¿Te ayudo?
Con todo gusto aclamo.
Me levanto, te tomo de la mano y le dejo una buena propina al mesero.
-Gracias señor ¿Qué quiere que le diga al señor Gómez cuando llegue?
¡Dile que la voy a hacer pedazos!
-¿La idea del libro señor?
¡No animal!... A ésta, le digo señalándote con los ojos.
Tú solo ríes divertida.
-¿Nos vamos?
Y salimos de aquel lugar mientras el mesero dice en voz alta para sí mismo:
¡Es usted un maestro!
Escrito por: Víctor.
jueves, 30 de junio de 2011
Year of the Rat
No tenemos tolerancia ni respeto, si quiera por nuestro ser. La cosa es que si queremos cambiar nuestro país, debemos empezar por nosotros mismos, es decir de adentro hacia afuera. Y no es fácil, pero tampoco imposible. Como me decía un cuate "No cambies... MEJORA".
lunes, 20 de junio de 2011
Fray Vergazo vs Fray Tomenta
Iba yo con la idea de ver un cine porno light, donde los cuerpos desnudos se entrelazaban y hubieraa tomas al cuerpo femenino, pero nada mas erróneo que eso, era porno de principios del siglo XX con tomas de close up como el porno actual y las posiciones más comunes como la del misionero, la de a perrito, es mas hasta en uno de los cortos hubo pelea de pelucas......
Me divertí mucho y la pase bien, y para rematar me encontré unas amistades y nos fuimos a un bar y no podía terminar mejor la velada, donde hablamos de lo atestada que estaba la sala y de las risas y exclamaciones de asombro que nos hizo pasar esta función, donde si no mal recuerdo al principio de uno de los cortos ponía: película dirigida por.........
martes, 14 de junio de 2011
¿Hay marcha de los bloggers?
A mí lo que me molesta es los que van al desmadre, al sumarse aunque no crean en la causa, a decir puras pendejadas ante los medios de comunicación, a los que van a lucirse aunque no tengan ni puta idea de los ideales y manifiestos de los que si creen que con eso el gobierno los va voltear a ver......
sábado, 4 de junio de 2011
Hace mucho tiempo.
Algunas décadas atrás la televisión entró a nuestras casas trayendo modernidad y entretenimiento a nuestras casas.
Nos hizo reír, llorar y gritar de emoción cuando el hombre pisó por primera vez la luna.
Llegaron películas de todo tipo. Novelas. Programas nocturnos.
Hombre, mujer y niño se sentaron frente a él.
Les dijeron cómo actuar, cómo vestir, qué carro conducir, que máquina de afeitar usar.
Le dijeron al hombre cómo debía conquistar a una mujer.
A la mujer como serle fiel a su hombre.
Al niño a ser patriota con su país.
A trabajar y comprar todo aquello necesario o indispensable en un hogar moderno.
Y así se volvieron zombies del sistema.
Recibiendo órdenes todo el tiempo inconscientemente.
Fueron sumidos en el miedo, el odio, la traición.
El mundo se transformó totalmente.
De eso hace ya mucho tiempo y vaya que los medios han evolucionado.
Ahora el internet promete globalizar aún más a las masas para elevar a tontos al rango de dioses y las empresas sigan ganando millones diciéndote lo mismo con lo que creciste en televisión.
Veo esta gente en la PC y me pregunto si esto es la modernidad.
Seguimos sumidos hasta la mierda con la tecnología, la tele de paga, el internet.
Nos siguen controlando como marionetas.
Y tú mirando tu perfil en esa red social de moda.
Hay gente muriendo alrededor del globo por hambre, guerra, intereses políticos o solo porque sí.
Y a ti te brillan los ojos en aquella tienda mientras abrazas tu smart tablet la cual compraste con el dinero que te pagaron por la venta de tu riñón derecho.
El narco secuestra autobuses para matar y violar inocentes por placer.
Y tú juegas en tu consola por internet con tus amigos de Estambul.
Somos como el puerco, podemos cagarnos, revolcarnos y orinarnos en el agua y aún así nos la tomamos sin hacer gesto alguno.
A nadie le importa un carajo todo lo que le pasa al prójimo.
Solo importa que la camisa que usas, el pantalón, los zapatos de piel de cocodrilo, el bolso, el móvil, el auto sean de marca reconocida.
Que el software de tu computadora esté actualizado, que seas popular.
Que tengas dinero y buena posición económica al costo que sea.
Muchos de los valores que nuestros abuelos inculcaron a nuestros padres y ellos a nosotros se han perdido.
Avanzando como cáncer pudre nuestros corazones para brindar poder a pocos y miseria a muchos.
El mono jamás dejó de ser mono.
Los dioses jamás dejaron de ser dioses.
Aún nos miran riendo.
La miseria sigue donde está y la avaricia ya ha vendido nuestras almas al diablo.
Escrito por: Víctor.