Hoy es día primero de noviembre, estamos a la mitad del halloween y día de muertos, muchos disque nacionalistas y tradicionalistas, se quejan porque se aprovechan estas fechas para hacer fiestas en vez de poner la ofrenda e ir de visita a los panteones.
La verdad es que se han mezclado nuestras tradiciones prehispánicas con las de los gabachos, aunque en realidad el haloween no es netamente estadounidense, qué hay de malo? pues no estaría tan mal si lo supiéramos separar, porque aunque están algo emparentadas las celebraciones, no son lo mismo. Hoy por ejemplo, recordamos a los niños difuntos y mañana a los adultos, la idea es ofrecerles sus alimentos y bebidas favoritas para recibirlos estos días, porque ellos nos visitan, no precisamente para jalarnos los pies por la madrugada.
En nuestra cultura se trata de ver a la muerte como algo natural, pero no definitiva, pues nuestras almas son eternas y en estos días se abre el camino para compartir en paz entes y ánimas, el mundo terrenal.En contraste, el halloween trata más de seres míticos horrorosos; mounstruos, vampiros, brujas, hombres lobo, etc. De niños que salen a la calle para pedir golosinas y personificar a estos personajes de leyendas. Lo cual, también es divertido pues pierden el miedo al terror.
El nudo que hacemos los mexicanos entre ambas tradiciones está en que a pesar de que no celebramos el 31 de octubre halloween de manera formal, desde ese día los niños se empiezan a disfrazar, pero dos días, 1 y 2 de noviembre salen a pedir, algunos hasta a exigir, su calaverita. No dulce o truco. Lo más propio, según yo, sería que el 31 de octubre se hicieran fiestas de disfraces y salieran los niños a pedir dulces, mientras que el 1 y 2 se hicieran las ofrendas, visitas a panteones y comieran pan de muerto.
Tampoco hay que quitarles a los niños las fiestas de disfraces.Además, quién no querría ser chupado por un vampiro?
1 comentario:
jajajaja
chale!
no se, no creo q a mi no me gusta q me chupen los vampiros
jajaja
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