Hace una semana, para ser exactos el 27 de febrero, primer fin de semana con nuevos horarios de cierre y venta de alcohol en antros, me dispuse a checar el panorama ante la ley agufiestas.
A veces, cuando nos dirigimos a la diversión nocturna, sabemos que lo único que nos interesa es salir, a dónde, no importa, sólo hay que salir. Pero en otras ocasiones, ya de antemano sabemos si queremos beber o también bailar, quizá conocer gente o escuchar cierto género músical. Esa era mi situación, ya sabía qué música quería bailar, pero el lugar en donde generalmente la ponían, ya está cerrado. Así que siguiendo los instintos de mi amiga, llegamos a un lugar, que al parecer está de moda, y del que ella había escuchado nombrar.
Foto: Martín Ángeles
La sorpresa es que no tocaban rock, como esperábamos, el dj mezclaba medio chafa, la gente que atiende el lugar es mamona, tanto, que nos pidieron quitar nuestras bolsas de la mesita y quitarnos de una tarima porque no podíamos estar sentadas allí, pero eso sí, no tenían asientos más que para los compradores de botellas. En pocas palabras salimos sin una pizca de diversión, no era lo que estábamos buscando.
Ya sólo me quedará, organizar fiestas, en las que ponga la música que quiero bailar y ahora les tocará a mis vecinos aguantar, así como anoche aguanté, yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario